Somos una iglesia libre y un ministerio misionero y social de carácter evangélico-carismático. Creemos en el poder transformador del mensaje de Jesucristo.

Vemos nuestra misión según Hechos 1:8 (RV) a nivel local, nacional e internacional: "Pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén y en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra."

Confesamos a Dios Padre, a Jesucristo, el Hijo de Dios como Salvador y Señor del mundo, y al Espíritu Santo. La Biblia es la base de todos nuestros pensamientos y acciones. Queremos ser una comunidad de seguidores de Jesús, viviendo según el modelo bíblico.

Nos consideramos pertenecientes a la iglesia mundial de Jesús, formamos parte del despertar carismático, que actualmente comprende unos 700 millones de cristianos de todas las denominaciones, y estamos comprometidos con los estatutos de la Alianza Evangélica Internacional (Alianza Evangélica Mundial).

Somos conscientes de que necesitamos la experiencia y la visión de otros cristianos. Por eso, buscamos el contacto y la cooperación con otras iglesias, congregaciones y comunidades cristianas. Nos consideramos una "congregación sin muros", que no se separa de las necesidades del mundo, sino que pone en práctica el mensaje del Evangelio con palabras y hechos. Vemos nuestra misión según Hechos 1:8 a nivel local, nacional e internacional:

"Pero recibiréis el poder del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra".

 

Estamos convencidos de que todo ser humano tiene derecho a vivir

  • en relación reconciliada con Dios
  • en relación reconciliada con sus semejantes
  • en el sano desarrollo de su personalidad en los planes de Dios.

 

 Por lo tanto, nuestros objetivos son:

  • Llamar a las personas a una relación personal con el Dios de la Biblia y a un discipulado vivo y personal de Jesús y enseñarles de esto.
  • Difundir el mensaje cristiano de reconciliación de palabra y de obra
  • Reconciliación y amistad con el pueblo judío e Israel
  • Personalidades maduras que se responsabilizan de sí mismas y de su entorno y sociedad
  • Matrimonios sanos y familias estables como núcleos de nuestra sociedad
  • Sanación integral del cuerpo, el alma y el espíritu